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Puerto Rico y la presencia militar de los EEUU: ¿hacia dónde vamos?

Updated: Sep 9

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Julio Ariel Ortiz Luquis, asociado de investigación ICEPI en temas de América Latina y el Caribe, expone que Venezuela queda mucho más cerca de Puerto Rico que el punto más cerca de los EEUU, Florida. Un vuelo de Caracas a San Juan dura solo 40 minutos. Dicho esto, llama mucho la atención la manera en que se ha ejecutado el esfuerzo de relaciones públicas de las fuerzas militares estadounidenses por medio de portavoces del gobierno y medios locales antes y durante las practicas militares en Arroyo en el contexto de la lucha contra el narcotráfico en el Caribe y las tensiones entre EEUU y Venezuela. Mi intención en este escrito no es juzgar si la permanencia de los militares de los EEUU en Puerto Rico es conveniente, deseable o si es necesaria. Tendré como blanco la estrategia mediática utilizada por el ejército, que ha sido cooptada por el partido en el gobierno como un asunto de identidad y lealtad nacional hacia los EEUU.


Esta estrategia fracasó, porque asume equivalente el nacionalismo estadounidense de segmentos de la población al apoyo a la presencia del ejército y a las practicas militares. Esto supone que el rechazo a la presencia del ejército en Puerto Rico y a sus prácticas es un acto en sí mismo anti colonial o antiimperialista, o una falta de respeto a los EEUU. Esto es uno de estos asuntos emocionales que fuera de ser una reflexión nacional, es de fondo un espacio donde se establecen lealtades, afinidades y trincheras en un proceso de balcanización de la identidad nacional que no resuelve los conflictos. Nada más lejos de la gran familia puertorriqueña promovida desde el siglo XIX.


La aceptación, o rechazo, de las practicas militares de los EEUU en Puerto Rico no está necesariamente relacionada a los intereses y la seguridad del archipiélago puertorriqueño. Las decisiones de estado no son siempre racionales, y esto parece ser uno de esos momentos de política exterior en que las estrategias no son claras y de mensajes bifurcados. El problema de fondo para la seguridad de Puerto Rico con este asunto dentro de la geopolítica actual son los términos de esta cooperación militar y el contexto colonial en el que se imponen.


EEUU tiene 750 bases militares en 80 países más en los 3 países con los que tiene pactos de libre asociación con republicas asociadas del Pacifico. La base de estos últimos tres acuerdos es el principio de negación estratégica. Esto significa que otros estados no pueden tener presencia militar en Puerto Rico mientras el pacto de defensa esté en efecto.


Bajo un pacto de Libre Asociación los EEUU tendría primacía exclusiva en asuntos de defensa, pero Puerto Rico también tendría su filosofía en defensa y su doctrina acoplada a los intereses regionales y al principio de libre determinación de los pueblos y al Derecho Internacional. Por lo tanto, la presencia militar de EEUU tendría un interlocutor sin la secretividad y personalismos que existen hoy y generan confusión en la población y delimitaría límites de seguridad a esa presencia militar. Una vez entre en efecto el pacto de libre asociación, el pueblo puertorriqueño podrá ser consultado respecto a la idoneidad de esa presencia militar a futuro en el pleno ejercicio de su soberanía.


La base de la cooperación militar entre EEUU y Puerto Rico debe ser sobre la base de intereses y seguridad estratégica mutua, y no puede ser secuestrada por ningún partido político. Sencillamente porque la seguridad y la defensa de Puerto Rico debería ser una decisión soberana y no por obsesión ideológica que no toma la defensa de Puerto Rico como la prioridad. Por lo contrario, será otro esfuerzo de derrotar la oposición que exacerbará tensiones políticas e ideológicas. En este tema deberíamos de trascender la balcanización del pueblo y movernos a poner la seguridad de los puertorriqueños primero eliminando los riesgos de seguridad a nuestra población.


 
 
 

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